CRÓNICA DE UN DÍA DE HERMANDAD, DEPORTE Y SOLIDARIDAD

Que la Hermandad del Calvario tiene vida más allá de la Semana Santa es algo que constatamos con la normalidad de quien sabe que la fraternidad se construye día tras día.



Aún sonaban los acordes de las Bandas de música y de las Bandas de Cornetas y tambores acompañando nuestras Estaciones de Penitencia; aún el olor a incienso penetraba nuestros sentidos y nuestras plegarias se elevaban al cielo; cuando todo parecía haber terminado en el quehacer de este año cofrade, una vez más, la Hermandad del Calvario se echó a la calle- Esta vez, organizando el "I Cross Popular Hermandad del Calvario"

Ha sido una jornada intensa, de ambiente sano, deportividad, solidaridad, convivencia... Ha sido, ante todo y sobre todo, una experiencia de HERMANDAD.

El sol radiaba con la misma intensidad que la ilusión derrochada por la Cofradía del Calvario en todo lo que realiza, y que ha sabido volcar en este evento.

Más de 250 corredores de todas las edades se dieron cita a las 10:30 de la mañana en el recinto ferial: chupetines, benjamines, prebenjamines, alevines, infantiles, cadetes, juveniles, adultos, seniors... Acompañaban familiares, amigos, hermanos cofrades y curiosos. Má
s de mil personas nos acompañaron en la cita.

Hubo música, trofeos, Spiker, barra con precios populares, una espectacular paella... y ocasión para la solidaridad: se colaboró con un stand de apoyo a la causa del pequeño Yeray, y fin de que todos pudieran aportar su granito de arena para su curación. Solidaridad.

HERMANDAD con mayúsculas. Es la palabra que resume la realidad vivida en la jornada. HERMANDAD en estado puro. Jóvenes, más jóvenes, costaleros de todos los pasos, capataces, todos colaborando en todo. Antes, durante y después del evento. los del papeleo, los de los contactos, los de los anuncios, los de los permisos, los que entendían de esto, los que se enganchaban a esta locura, los que llegaban y se ponían a colaborar - en la borra o donde fuera necesario: hay que ir a... y allí iba uno; nos hemos quedado sin... y rápido a reponer. Unos en bici, otros de arriba a abajo; unos, a ratos; otros, fijos... los que, los que, los que... MUCHOS y todos a una. Esa realidad tiene un nombre: HERMANDAD. Y la vida de Hermandad la hemos vivido y experimentado a raudales.

Terminamos la crónica de este día glorioso felicitando a todos y agradeciendo a patrocinadores, colaboradores, Ayuntamiento, empresas, hermanos cofrades... su colaboración.

Entre todos hemos hecho posible esta realidad. El trabajo bien hecho produce buenos frutos. Tantos como para emborracharse de alegría y de satisfacción, a la vez que de compromiso para seguir avanzando en la dirección adecuada; la dirección que nos marca el Santísimo Cristo del Calvario.

¡FELICIDADES, HERMANOS!