La Cuaresma y la Semana Santa han
culminado en la Luz de la Pascua.
Los hermanos de la Cofradía del
Calvario hemos vivido una Cuaresma y una Semana Santa intensas.
Hemos tenido mil oportunidades para
construir la fraternidad y para hacer presente a Dios en medio de nuestro
mundo:
Ø Cultos para encontrarnos con Cristo,
con su Santísima Madre y con los hermanos en las celebraciones litúrgicas:
Triduo, Quinario, Septenario, Vía Crucis, Besamanos y Besapiés…
Ø Ensayos de los costaleros de los distintos
Pasos procesionales, forjando equipo y familia.
Ø Convivencias en el seno de nuestra
Hermandad y con las otras Cofradías de Mérida, para estrechar los lazos entre
nosotros.
Ø Celebraciones del Domingo de Ramos,
de la Cena del Señor, de la Pasión y Muerte de Cristo y de la Solemne Vigilia
pascual, construyendo Hermandad y Parroquia.
Ø Una Semana Santa penitencial y
cofrade, en la que, gracias a la colaboración de muchos hermanos y hermanas,
hemos tenido todo bien dispuesto para llevar a los hombres y mujeres de Mérida
nuestro anuncio del Evangelio a través de las imágenes de Cristo y de María
Santísima que procesiona la Hermandad del Calvario.
A pesar de que las circunstancias
climatológicas adversas no siempre nos han permitido realizar todas nuestras
Estaciones de Penitencia como hubiéramos deseado, es de justicia felicitar a
todos los que han hecho posible que en cada momento todo estuviera siempre a
punto para llevar a Mérida el mensaje del Evangelio a través de nuestros desfiles
penitenciales.
Al llegar la Pascua, es hora de
agradecer a Dios todo lo bueno recibido en esta Cuaresma y en esta Semana
Santa. Y de ofrecerle nuestro dolor, si lo hubiera, porque el sufrimiento es la
puerta de la Resurrección y el camino de la esperanza.
Y es hora también de agradecer el
trabajo de tantos y tantas cofrades de la Hermandad del Calvario que han hecho
posible que la Cuaresma y la Semana Santa 2013 pasen a los anales de la
Cofradía del Calvario como la Cuaresma de la fraternidad y como una Semana Santa
gloriosa en sus celebraciones.
Por haber sabido trabajar con
ilusión, por haber mantenido la unidad en los momentos en que hubo que tomar
decisiones difíciles y dolorosas, nuestra felicitación más sincera y nuestro
abrazo más cordial para todos.
La vida vuelve a la normalidad. Un
año más se presenta ante nosotros para seguir intentando vivir el evangelio
desde nuestro ser cofrade. Que Dios haga de nosotros hombres y mujeres
portadores de ilusiones y constructores de esperanza.
¡Feliz Pascua 2013!