La idea nació en la mente de un costalero. El Equipo de
Trabajo la tomó como propia y la sumó al programa de caridad de la Cofradía.
Los costaleros respondieron como sólo ellos saben hacerlo
cuando se trata de una causa noble.
En la mañana del domingo, rozando la Navidad, tocándola con
las manos, en un día primaveral, los costaleros de la Hermandad y el Barrio se
unieron en su empeño por colaborar con los que menos tienen y han puesto a
disposición de Cáritas Parroquial más de 200 kilos de alimentos.
Ese es el mejor modo de felicitar la Navidad. Uniendo nuestro
empeño para llegar allí donde más necesidad hay: en las casas de los más desfavorecidos.
Enhorabuena a los costaleros, a sus capataces, al Equipo de
Trabajo y a todos los cofrades. Por el camino de la solidaridad, avanzamos por
los caminos del bien.
Feliz Navidad a todos.